Más agua pura, menos zumos envasados, bebidas energéticas y gaseosas.
Añada frutas y verduras de temporada a cada comida, crudas o cocinadas.
No tenga miedo a las grasas saludables. No se limite a consumir solo leche desnatada, quesos o pechuga de pollo: el organismo necesita grasas completas para estar sano.
Si sigue estas sencillas reglas, podrá mejorar considerablemente su bienestar y su energía a lo largo del día.